El lenguaje arquitectónico se basa en la arquitectura mexicana contemporánea, con toques de colores inspirados en materiales como la piedra extraída, el mármol, la madera y los colores y texturas de la vegetación del clima seco, que armonizan para establecer un vínculo íntimo entre el complejo y su entorno. El concepto arquitectónico se guió por la necesidad de una integración adecuada de la construcción en su entorno, lograda mediante el uso de formas orgánicas que aluden al movimiento de las olas, produciendo una serie atractiva de espacios adaptados al lugar.